¿Cuanto Cuesta Mantenimiento de la Calefacción?. Te ofrecemos los mejores técnicos profesionales y con precios baratos.
Para muchos de nosotros, el sistema de calefacción es ese gran amigo que nos alegra tener en casa cuando llega el invierno pero del cual nos olvidamos durante el resto del año, y es que existe la creencia de que el trabajo no acaba al terminar el proceso de instalación pero si realmente queremos que nuestro aparato funcione adecuadamente y nos brinde el mejor rendimiento durante largo tiempo, es necesario que obtengamos asesoramiento profesional para establecer un cronograma flexible de mantenimientos preventivos que nos permita reducir el consumo energético y evitar contratiempos de último minuto. En nuestra empresa sabemos lo importante que es contar con la ayuda de un técnico especializado de confianza, por eso nuestro panel de expertos ha reseñado para ti algunas explicaciones y consejos para que saques el mejor provecho de tu sistema de calefacción, así es que aquí va:
Por qué realizarlo
No hace falta ser un genio para entender que sin importar la marca, el modelo o la tecnología que emplee nuestro equipo de calefacción, mientras más lo usemos más agotaremos la vida útil de sus partes y piezas, por lo que tarde o temprano va a requerir algún tipo de mantenimiento. No obstante, es claro que cada centavo que invirtamos en mantenimiento preventivo no solo nos estaría ahorrando el elevado coste de un mantenimiento correctivo o un reemplazo, sino que además nos ayudaría a ahorrar energía mientras cuidamos del medio ambiente.
Por otra parte, es evidente que mientras más antiguo sea nuestro equipo más difícil será que encontremos partes y piezas de repuesto, especialmente las más importantes cuya durabilidad ayudamos a prolongar mediante esos mantenimientos preventivos que mencionamos ANTES, y lo mejor de todo es que si bien nunca está demás contar con el apoyo de personal técnico especializado como el que trabaja nuestra empresa, no es menos cierto que hay buenas prácticas que podemos realizar por nosotros mismos para cumplir con las exigencias de los diferentes reglamentos y prevenir un fallo o desperfecto inesperado.
Consejos para el mantenimiento de la calefacción
Si quieres incrementar hasta en un 11% la eficacia y la eficiencia energética de tu sistema de calefacción, puedes comenzar tratando de seguir al pie de la letra, varios de estos consejos que te ayudarán a mejorar tus hábitos de consumo y a participar de manera proactiva en el mantenimiento del equipo:
1. Lee el manual: Parece tonto decirlo, pero hoy en día la mayoría de los usuarios prefiere consultar en internet en vez de leer con calma el manual de usuario que vino son su sistema de calefacción, la cosa es que no siempre se encuentra información fidedigna y por eso es importante que te familiarices con las características propias del modelo en cuestión, las buenas prácticas que se esperan del usuario, los agentes para el mantenimiento correctivo y los comercios en los que se puede ejecutar la garantía, así como los parámetros de funcionamiento y las partes o piezas que van a requerir mantenimiento.
2. Revisa las conexiones de tu sistema de calefacción: Bien decíamos al principio que los sistemas o dispositivos de calefacción son como buenos amigos que nos encanta tener en casa durante el invierno pero de los cuales nos olvidamos durante el resto del año. Por ello es recomendable que antes de empezar a usarlos nuevamente, revisemos a consciencia si el cableado de sus conexiones eléctricas no se ha resecado con el calor del verano o si alguna alimaña no ha decidido comérselos para hacer espacio para sus crías con la llegada del invierno, de esta manera sabremos que si al tratar de encender el equipo, este no responde; será muy probablemente porque hay alguna obstrucción o fuga en la tubería de gas. Por eso el siguiente paso es revisar si el suministro de gas (si lo hay) está funcionando correctamente, y por último debemos verificar si hay fuga de agua o pérdida de presión en su válvula pues en ese caso lo mejor será llamar al técnico especializado.
3. Cambia la bombona de gas con la frecuencia recomendada: Para nadie es un secreto que a medida que vayamos consumiendo el contenido de nuestra bombona de gas, esta irá perdiendo presión e irremediablemente afectará la eficiencia y la efectividad de nuestro sistema de calefacción. Sin embargo, no faltan los usuarios poco experimentados o escasamente familiarizados con el funcionamiento de sus equipos que atribuyen esta disminución del poder de calefacción a alguna falla en el equipo, por lo que muchas veces caen presas de algún técnico medio estafador que les cobra por realizar trabajos innecesarios. Por eso en nuestra web sabemos Cuanto Cuesta el Mantenimiento de la Calefacción y preferimos asesorar a nuestros clientes en cuanto a la frecuencia con que deben reemplazar la bombona de gas de acuerdo a la potencia de su equipo, sus hábitos de consumo y las necesidades de las personas que hacen vida en el espacio en cuestión.
4. Ajusta la presión de la tubería de calefacción: Por regla general, si la presión calefactora del equipo se encuentra entre 1,2 y 1,5 bares, está de lo mejor, pero si se encuentra fuera de estos parámetros o si el manual de tu equipo recomienda otros niveles de presión, entonces bastará con que gires la perilla hasta llevar la presión a los niveles idóneos.
5. Elige una temperatura eficiente: Muchos usuarios cometen el error de apagar el sistema de calefacción en la mañana al salir a trabajar, con lo cual la vivienda se enfría y por eso tienen que escoger una temperatura media alta al regresar al final de la tarde para tratar de llevar la temperatura a un nivel agradable e ir incrementando a medida que el frío se hace más intenso durante la noche. Sin duda alguna, estos hábitos de consumo tienen un efecto negativo en el ambiente y en la factura de energía, por eso es aconsejable mantener la temperatura en unos 18º cuando no estemos en casa e incrementarla a no más de 21º durante nuestro descanso nocturno pues al superar ese límite algunas bombas de calor podrían trabajar a marcha forzada y en cualquier caso se incrementa el consumo de energía hasta en un 7% por grado especialmente si ha habido precipitaciones o ventiscas.
6. Verifica el buen funcionamiento del radiador: Con al paso del tiempo y sobre todo si se ha reparado alguna fuga, es común que los sistemas de calefacción que funcionan a base de calderas emitan algún zumbido o golpeteo desagradable al ponerlas en funcionamiento y si a esto se suma una disminución en su eficiencia, entonces habrá que apagar la caldera por al menos 2 horas y aprovechar el calor remanente para purgar la tubería o línea del radiador dejando que escape el vapor con un silbido similar al de una tetera hasta que comience a gotear agua. Cuando esto ocurra, podremos cerrar la llave del purgador sabiendo que ya han salido todas las burbujas de aire que impedían una distribución uniforme de la calefacción. De igual manera, es recomendable realizar la limpieza general de calderas y radiadores por lo menos una vez al año para obtener el mejor rendimiento que estos equipos puedan ofrecer de acuerdo a su estado de conservación, pero siempre es importante recordar que solo debe emplearse un paño húmedo para eliminar el polvo y la suciedad que pueda estar dificultando su funcionamiento, en ningún caso es recomendable utilizar sustancias químicas para limpiar el interior de estos equipos (a menos que se trate de productos específicamente diseñados para ello) pues las sustancias inflamables aumentan el riesgo de accidentes y las corrosivas pueden comprometer seriamente su funcionamiento y durabilidad… Para realizar este mantenimiento solo hay que encender la caldera para comprobar si la presión alcanza los niveles adecuados, después si estaba encendida se puede aprovechar el calor remanente del modo en que ya se ha indicado, pero si es la primera vez que la encendemos en varios días, habrá que esperar unos 10 o 15 minutos para proceder a purgar los radiadores abriendo la válvula específicamente diseñada para ello o girando suavemente con un destornillador –en los modelos más antiguos- los tornillos que se encuentran en la parte superior de los radiadores justo después de haber colocado un balde u otro recipiente debajo.
7. Llama al técnico para que haga los mantenimientos correctivos: Si al momento de realizar algún mantenimiento preventivo nos encontramos con que alguna perilla o interruptor no responde, las pantallas no muestran información o las conexiones de electricidad, gas o agua presentan algún desperfecto del que no podamos determinar la causa, entonces será mejor que llamemos a un técnico especializado. En nuestra empresa contamos con personal capacitado para detectar y reparar cualquier tipo de avería en los más variados sistema de calefacción, y si algún consejo podemos darle es que tomar a tiempo la decisión de dejar las cosas en manos de expertos no solo prolonga la vida útil de sus equipos sino que puede evitarle males mayores.
8. Estructura un cronograma de mantenimiento: La gran mayoría de los usuarios cree que cuando el técnico le propone establecer un cronograma de mantenimiento, lo hace para garantizarse trabajo a futuro. Pero en realidad el peor dolor de cabeza para cualquier técnico es no saber con qué se va a encontrar al momento de hacer comprobaciones o reparaciones en un sistema de calefacción al que no le había hecho mantenimientos preventivos antes y por eso es preferible hacer varios mantenimientos de rutina que reemplazar un equipo completo o reparar un par de averías catastróficas. En tal sentido, el Reglamento de las Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) establece la frecuencia con la que deben revisarse obligatoriamente los equipos de calefacción dependiendo de su tecnología, así por ejemplo: las calderas de gas deben revisarse cada 2 años al igual que los radiadores y las bombas de calor, las de gasóleo (ya en desuso) cada año o menos al igual que los suelos radiantes, las de gas natural cada 5 años, en tanto que las eléctricas -que están exentas de revisión obligatoria- deberían revisarse con la misma frecuencia que las de gas natural a menos que el fabricante indique otra cosa.
9. Guarda en casa algunas piezas de recambio: A medida que vayas aplicando estos consejos, te irás familiarizando con tu equipo hasta el punto en que aprenderás cuales son las partes o piezas que se deben reemplazar con mayor frecuencia, de tal suerte que si guardas en casa algunas extra, no solo estarás ahorrando dinero al comprarlas antes de que suba su precio, sino que además le estarás facilitando el trabajo a tu técnico de confianza y a la vez te estarás asegurando de poder disfrutar de tu equipo por más tiempo, especialmente si se trata de algún modelo importado o antiguo.
Averías comunes de la calefacción
Problemas que pueden aparecer por falta de mantenimiento
Varios años de experiencia nos han dejado claro que cuando no se realizan los mantenimientos necesarios con la regularidad adecuada y siempre teniendo presentes las buenas prácticas propias de un usuario responsable, es común que de un momento a otro se presenten inconvenientes como un aparato que ya no calienta con la eficiencia de antes (en cuyo caso habrá que revisar el termostato), que emite sonidos extraños al ponerlo en funcionamiento (casi siempre porque hace falta purgar los radiadores o porque hay cal acumulada en el intercambiador de calor y no se trata de un modelo con protección contra eso), o que se apaga de improviso (generalmente por un defecto en las conexiones eléctricas). Por fortuna, si seguimos los consejos que se han señalado anteriormente, estaremos familiarizados con el sistema de calefacción que está presente en nuestro hogar y no solo sabremos qué pasos debemos dar sino también qué información debemos proporcionarle al personal técnico para participar de manera proactiva en la solución del problema. Por consiguiente, si después de leer estos consejos aún tiene alguna pregunta, no dude en ponerse en contacto con nosotros, con gusto revisaremos su equipo y le daremos un presupuesto ideal para que obtenga el mejor rendimiento de su sistema de calefacción.